Keith y Ruth Powilson viven desde 1998 en Palpanccay, un pequeño pueblo a las afueras de Cuzco (Perú). Adoptaron a dos hijas de este pueblo quechua entre 2006-2008.


Con los años, empezaron a ver la necesidad de cuidar a los niños de su comunidad, ya que se encontraban muchos bebés abandonados en las montañas.

 

En el pueblo, muchas familias tenían de ocho a diez hijos y no podían proporcionarles los cuidados necesarios. Debido a estas dificultades, los niños eran abandonados. Así nació Casa Josefina: la necesidad de que los niños recibieran cuidados físicos, emocionales y espirituales.


In 2008, the first “house parents” took in one little girl, in a small, three story, concrete building, which has now expanded to what Casa Josefina is today. Casa Josefina received its’ name from Ruth’s Aunt Josephine, who ran an orphanage in Brazil for most of her life. After working with her aunt in the orphanage, Ruth knew she wanted to continue working with vulnerable populations, specifically children.


En 2008, los primeros «padres de la casa» acogieron a una niña en un pequeño edificio de hormigón de tres plantas, que se ha ampliado hasta convertirse en lo que es hoy Casa Josefina. Casa Josefina recibió su nombre de la tía de Ruth, Josefina, que dirigió un orfanato en Brasil durante la mayor parte de su vida. Después de trabajar con su tía en el orfanato, Ruth supo que quería seguir trabajando con poblaciones vulnerables, concretamente con niños.
 

Después de 2016, nos convertimos en un hogar especializado para niños con edades comprendidas entre recién nacidos y cinco años. Casa Josefina es un hogar transitorio, donde brindamos a nuestros niños cuidados mientras trabajamos para asegurarles un hogar permanente con una familia en sus primeras etapas de vida.